Las articulaciones, con el tiempo, se desgastan y pueden dar lugar a la artrosis. Esta patología se produce por un daño en el cartílago de las articulaciones, que da lugar al desgaste, destrucción y pérdida del mismo. Es importante apostar por un equilibrio nutricional, combinado con ejercicio y la reducción de los factores de riesgo como la sobrecarga articular y la obesidad para prevenirla.
Dentro del equilibrio nutricional te recomendamos.
• Frutos secos y semillas: nueces, semillas de ajonjolí, macadamias y almendras tienen gran cantidad de magnesio, en este orden. Las nueces, almendras, avellanas, maní y pistachos aportan fibra, mucha grasa insaturada, proteína vegetal y minerales como potasio, calcio, fósforo, hierro, zinc, entre otros.
Las frutas secas, como ciruelas, higos y dátiles contienen altas cantidades de polifenoles, que mejoran la masa ósea y aumentan la formación de tejido óseo, tanto en condiciones normales como de inflamación.
• Legumbres: la soya duplica el contenido en magnesio de frijoles y garbanzos, y triplica el de las lentejas. “Las legumbres contienen proteínas vegetales y aminoácidos que se complementan muy bien con los de los cereales. Cuando las legumbres y los cereales se asocian el resultado nutritivo es mejor”. Las legumbres también contienen minerales (calcio, hierro y magnesio), vitaminas del grupo B y alrededor del 50 por ciento en hidratos de carbono.
• Verduras de hojas verdes: otros como las acelgas, las espinacas y el brócoli concentran buena cantidad de magnesio.
• Frutas desecadas: Por su perfil nutricional, las frutas deshidratadas tienen altas cantidades de polifenoles, que ayudan a restaurar la masa ósea y la estructura del hueso y aumentan los índices de formación de tejido óseo.
• Proteína animal: los pescados, las aves y las carnes magras son ricas en nutrientes que benefician las articulaciones.
- Mantener un peso corporal correcto
La obesidad es uno de los principales desencadenantes de la artrosis, por lo que tendremos que tener nuestro peso y dieta controlados.
- Ejercicio
Sufrir artrosis no implica dejar de hacer ejercicio. De hecho, es muy necesario para fortalecer la musculatura. Es bueno caminar, ir en bicicleta y la natación, aunque será menos adecuado practicar deportes en los que haya contacto.
- Reposo
Durante las fases con mayor dolor, el reposo relativo es altamente beneficioso. Incluso durante las actividades de la vida diaria es bueno disponer de momentos de reposo.
Evita sobrecargar las articulaciones
No hay que coger pesos excesivos, y hay que procurar no caminar por terrenos irregulares y no estar de pie excesivamente sin descansar.
- Actitud positiva
Al afrontar ésta y cualquier otra enfermedad, mantener una actitud positiva será vital para nuestro día a día. No se trata, normalmente, de una enfermedad que limite en gran medida nuestra vida diaria.
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